ROBERTO ROENA … 1er ANIVERSARIO!!!

ROBERTO ROENA … 1er ANIVERSARIO!!!


27 septiembre, 2022

Roberto Roena.  Músico bongosero y uno de los directores de orquesta más cotizados del pentagrama musical salsero durante más de 30 años. Lo recordamos en su primer aniversario.

ROBERTO ROENA falleció un 23 de Septiembre de 2021.

ROENA Empezó su carrera musical como bailarín en Puerto Rico, llegando a ser conocido como “El Gran Bailarín”.

Nació el 16 de enero 1940, en el barrio Dulces Labios de Mayagüez, Puerto Rico.  Residente en Santurce, junto a su madre Raquel María Vázquez Plaza y su padre Francisco Roena se destacó en el deporte como jugador de béisbol, integrando la selección de la Liga de Béisbol Aficionado de Puerto Rico.  Roena da sus primeros pasos en el arte del espectáculo montando rutinas de baile con su hermano Francisco “Cuqui” Roena en su ciudad natal.

Corría 1956, Roena era entonces un adolescente de 16 años, pero gracias a su indiscutible talento se le cumpliría el sueño de su vida, en ese momento, tocar con el Combo de Rafael Cortijo.  Aconteció que Cortijo tenía un contrato para tocar en Nueva York, de inmediato visita a los padres de Roberto y les pide permiso para llevarse al joven bailarín; Doña Raquel le preguntó: “¿Por qué quieres llevártelo, si Roberto no es músico?” Cortijo le contestó que el muchacho tenía mucho talento y que le enseñaría a tocar los bongoes.  Viajó con el Combo de Cortijo a Nueva York que realizó varias presentaciones en el famoso salón de baile El Palladium y en el Teatro Puerto Rico.  Cuando se desempeñaba como bailarín y corista con el Combo de Cortijo, el director de la agrupación Rafael Cortijo vio la facilidad e interés de Roena por la percusión, dándole sus primeras lecciones de percusión y encontrando en él un percusionista innato especialista en el toque de la bomba y la plena.  Un día faltó el bongosero y Roena fue colocado en su lugar, se aseguró en el puesto; dando inicio a su imparable carrera musical, se integró como miembro del combo de Cortijo entre 1957 a 1962.  Con la agrupación, recorrieron toda la Isla del Encanto, participando en fiestas patronales y los principales escenarios de Estados Unidos, Europa y Sur América.

En 1959, cuando Rafael Cortijo y su Combo cambiaron al sello Gema, Roberto Roena participó en la grabación de los álbumes: “Cortijo En New York” (1959), “Fiesta Boricua”, cerca de 1960, “Bueno, Y Qué…? (1960), “Quítate de la Vía Perico” y “Danger” –en cual se acoplaron las voces de Ismael Rivera y Rolando La Serie–, estos dos últimos en 1961

En este año comenzó a desintegrarse el combo de Cortijo, por el “forzoso” retiro de su cantante estrella Ismael Rivera, el pianista Rafael Ithier junto con seis músicos se retiraron buscando nuevas oportunidades, Roberto permaneció junto a su maestro.  Rafael sustituyó a los siete músicos que se fueron y continuó tocando durante nueve meses, hasta que decidió viajar a Nueva York.  Roberto se queda en Puerto Rico, uniéndose a la All Stars Band de Mario Ortiz que por ese tiempo hacía presentaciones en el radio teatro de la emisora WIAC.  Después de cinco meses se le presentó la oportunidad de unirse a sus  excompañeros, que liderados Rafael Ithier desertaron del Combo de Cortijo en mayo de 1962 para conformar El Gran Combo de Puerto Rico, y que también lo integraban Quito Vélez, Eddie Pérez “La Bala”, Martín Quiñónez, Miguel Cruz y Héctor Santos.

El bongosero oficial de El Gran Combo, era Daniel “Maninín” Vázquez quien al salir del grupo, entonces es reemplazado por Roena, aportando su bongó y los pasos de baile que servirían para crear junto a Pellín Rodríguez y Andy Montañez las fabulosas coreografías de El Gran Combo.  Entró Roberto Roena al Gran Combo contando con la suerte que a los diez días la agrupación realiza su primer viaje a la ciudad de Nueva York, esta fue en abril del 1963, donde todas sus presentaciones fueron un éxito rotundo, presentándose en tarimas como la del famoso Palladium, el Manhattan Center, el Bronx Casino y el Caborrojeño.  Durante su permanencia con El Gran Combo participó en las clásicas incursiones de descargas –Latin Jam sessions– de Kako (Francisco Ángel Bastar): Puerto Rican All-Stars Featuring Kako”, grabada en 1963, y en la de 1967, “Los Mejores Músicos de Puerto Rico”, dirigida y arreglada por Ray Santos.

on la experiencia acumulada en El Gran Combo y la dedicación al estudio de la percusión en todas sus formas, Roena decidió formar su propia agrupación convocando a músicos de la talla de los trompetistas Mario Álvarez Cora, excompañero del combo de Cortijo y Elías López, el trombonista Osvaldo “Cuchón” NúñezAl Albreu y Piro Mantilla, entre otros; la mayoría de los cuales habían grabado con Roena en el álbum de Los Megatones, “Se Pone Bueno / It Gets Better”.  Con el nombre de El Apollo Sound el fallecido Al Albreu bautizó la orquesta; así el nombre de la banda tiene su historia: lo de Apollo porque el 29 de junio de 1969 el Apollo 11 fue lanzado a la luna y ese día fue el primer ensayo de la orquesta, Roberto no lo pensó dos veces y aceptó el bautizo de su agrupación con ese nombre; lo de Sound cobraría luego fuerza en ese empeño de hacer algo diferente, con un sonido distinto y progresivo.  El ensayo se efectuó en un club llamado La Rue en los Borinquen Towers en Puerto Nuevo.  El Apollo Sound impactó con un sonido musical versátil, inspirado principalmente por los arreglos del grupo americano Chicago.

Roena firmó contrato con el sello Fania International (llamado después solamente Internacional), una división de la compañía Fania Records de Jerry Masucci y Johnny Pacheco, gracias al fenecido Manolín Martínez, pionero locutor de la radio puertorriqueña, y debutó con su banda Apollo Sound con el álbum “Roberto Roena y su Apollo Sound” en 1969.  El gran compositor puertorriqueño, Catalino Tite Curet Alonso, fue el director musical creativo del álbum y escribió el tema que más pegó “Tu Loco Loco, Y Yo Tranquilo”, también fueron éxitos los temas “Consolación”, “El Escapulario” y “El Barrio Sin Guapo” interpretados por un joven vocalista llamado Piro Mantilla, quien fue integrado a la orquesta como único cantante latino, acompañado por los vocalistas de estilo americano Dino “Guy” Casiano y Frankie Calderón que a la vez hacían coros.  Roena recibió ayuda de su amigo Orlando “Peruchín” Cepeda quien fue su consejero musical, le ayudó a escoger los temas y lo apoyó en sus decisiones.

Desde su comienzo, el Apollo Sound presentó una línea de dos trompetas y dos trombones en armonía, saxofón tenor (doblando en flauta) en la sección de vientos, en la sección rítmica: bongó, conga, timbales, bajo, piano y en las voces: vocalista principal y coros.  Una tercera trompeta fue agregada a mediados de los 70s y esta combinación la mantuvo hasta entrar en los noventa.  Conservando su integridad rítmica, Roena y el Apollo Sound desarrollaron uno de los equipos más progresivos y sofisticados de la salsa con un estilo propio muy distintivo.  Ayudó a lograr esto, el hecho de que Roena contrató a algunos de los más creativos arreglistas de Puerto Rico durante esos años, incluyendo a Bobby Valentín, Elías López, Luis “Perico” Ortiz, Julio “Gunda” Merced, Papo Luca, Louis García, Tito Rivera y Humberto Ramírez.


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